Bienvenida
Soy Gema Sanz, psicóloga humanista y TFE, especialista en regulación emocional, género y artes escénicas. Dedico mi tiempo a pasar consulta de psicoterapia en adultos y colaboro como formadora y supervisora con EFT Ecuador.
Mi formación en Psicología Audiovisual y Escénica (COP Madrid) me hizo comprender que, desde hacía años, había estado explorando en paralelo la interpretación, el canto y la danza, con el deseo de tender puentes entre la psicoterapia experiencial y los procesos artísticos.
Este proyecto nace de una necesidad de crear espacios de aprendizaje e investigación en una especialización que aún está dando sus primeros pasos en España, ofreciendo un enfoque innovador que integra mente, cuerpo y expresión creativa.
Mi relación con el arte
El arte no es terapia, pero es terapéutico.
Cada disciplina artística despierta y perfecciona aspectos esenciales del ser humano: expande la conciencia corporal, desarrolla el pensamiento abstracto, regula las emociones, facilita la expresión, conecta con los demás y libera memorias corporales.
Mi experiencia artística se centra en el teatro de improvisación, la interpretación y el canto. Me he formado en escuelas como Estudio Corazza, Teatro Pavón, Teatro del Otro Día y Central de Cine, y soy profesora de canto certificada por Vocal Studio.
Promuevo y participo en actividades de Psicología y artes desde el grupo de trabajo del Colegio Oficial de Psicólogos Psicoartaes.
Hoy el arte sigue siendo un espacio donde me descubro, expreso y acompaño a otros en su proceso de transformación, sean artistas o no.
Cómo descubrí que hacer psicoterapia merece la pena
¡Mentiría si dijese que tenía un sueño por mejorar la vida de las personas! Esto fue algo que apareció una vez empecé a acompañar a mis pacientes.
Veía el impacto social y cultural de los cambios individuales; Poder pedir más derechos laborales, denunciar el acoso, permitirse el enfado, dejarse sostener por otros etc. Y también desde un lado bonito y divertido como volver a pintar con ceras siendo adulto, escenificar, poder pedir un abrazo, compartir una alegría… Todas esas acciones saludables y a la vez prohibidas en nuestra sociedad que se trabajan secretamente desde un despacho de psicología, y que van actuando insidiosamente cambiando el paradigma. Es un proceso vivo donde el aprendizaje es bidireccional.
Cuando trabajo contigo, te ofrezco lo mejor de todo lo que yo he aprendido y experimentado en estos dieciocho años dedicados a la psicología tras muchos pacientes, posgrados, oposiciones, cientos de cursos, voluntariados, mucha terapia y supervisión.
Pero sobre todo, te ofrezco mi escucha, mi presencia, todos mis recursos para entender quién eres y cómo puedo facilitar un cambio de la manera más profunda y amorosa posible.